ROMANOS
11:17-24
Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú,
siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho
participante de la raíz y de la rica savia del olivo,
no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que
no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.
Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo
fuese injertado.
Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por
la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.
Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti
tampoco te perdonará.
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la
severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si
permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán
injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar.
Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es
olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto
más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
EL OLIVO NATURAL ES ISRAEL.
EL OLIVO SILVESTRE ES LA IGLESIA.
Gracias por usar mi gráfico, es parte de un estudio más amplio que escribí de Romanos 8:16-17 en http://ciberestudiobiblico.blogspot.com/2015/01/el-injerto.html
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