JOB 7:1-21
¿NO ES ACASO
BREGA LA VIDA DEL HOMBRE SOBRE LA TIERRA,
Y SUS DÍAS COMO LOS DÍAS DEL JORNALERO?
COMO
EL SIERVO SUSPIRA POR LA SOMBRA,
Y COMO EL JORNALERO ESPERA EL REPOSO DE SU TRABAJO,
ASÍ HE
RECIBIDO MESES DE CALAMIDAD,
Y NOCHES DE TRABAJO ME DIERON POR CUENTA.
CUANDO ESTOY
ACOSTADO, DIGO: ¿CUÁNDO ME LEVANTARÉ?
MAS LA NOCHE ES LARGA, Y ESTOY LLENO DE INQUIETUDES HASTA EL ALBA.
MI CARNE
ESTÁ VESTIDA DE GUSANOS, Y DE COSTRAS DE POLVO;
MI PIEL HENDIDA Y ABOMINABLE.
Y MIS DÍAS
FUERON MÁS VELOCES QUE LA LANZADERA DEL TEJEDOR,
Y FENECIERON SIN ESPERANZA.
ACUÉRDATE
QUE MI VIDA ES UN SOPLO,
Y QUE MIS OJOS NO VOLVERÁN A VER EL BIEN.
LOS
OJOS DE LOS QUE ME VEN, NO ME VERÁN MÁS;
FIJARÁS EN MÍ TUS OJOS, Y DEJARÉ DE SER.
COMO LA NUBE
SE DESVANECE Y SE VA,
ASÍ EL QUE DESCIENDE AL SEOL NO SUBIRÁ;
NO VOLVERÁ
MÁS A SU CASA,
NI SU LUGAR LE CONOCERÁ MÁS.
POR TANTO,
NO REFRENARÉ MI BOCA;
HABLARÉ EN LA ANGUSTIA DE MI ESPÍRITU,
Y ME QUEJARÉ CON LA AMARGURA DE MI ALMA.
¿SOY YO EL
MAR, O UN MONSTRUO MARINO,
PARA QUE ME PONGAS GUARDA?
CUANDO DIGO:
ME CONSOLARÁ MI LECHO,
MI CAMA ATENUARÁ MIS QUEJAS;
ENTONCES
ME ASUSTAS CON SUEÑOS,
Y ME ATERRAS CON VISIONES.
Y ASÍ MI
ALMA TUVO POR MEJOR LA ESTRANGULACIÓN,
Y QUISO LA MUERTE MÁS QUE MIS HUESOS.
ABOMINO DE
MI VIDA; NO HE DE VIVIR PARA SIEMPRE;
DÉJAME, PUES, PORQUE MIS DÍAS SON VANIDAD.
¿QUÉ ES EL
HOMBRE, PARA QUE LO ENGRANDEZCAS,
Y PARA QUE PONGAS SOBRE ÉL TU CORAZÓN,
Y LO VISITES
TODAS LAS MAÑANAS,
Y TODOS LOS MOMENTOS LO PRUEBES?
¿HASTA
CUÁNDO NO APARTARÁS DE MÍ TU MIRADA,
Y NO ME SOLTARÁS SIQUIERA HASTA QUE TRAGUE MI SALIVA?
SI HE
PECADO, ¿QUÉ PUEDO HACERTE A TI, OH GUARDA DE LOS HOMBRES?
¿POR QUÉ ME PONES POR BLANCO TUYO,
HASTA CONVERTIRME EN UNA CARGA PARA MÍ MISMO?
¿Y POR
QUÉ NO QUITAS MI REBELIÓN, Y PERDONAS MI INIQUIDAD?
PORQUE AHORA DORMIRÉ EN EL POLVO,
Y SI ME BUSCARES DE MAÑANA, YA NO EXISTIRÉ.
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