CAPITULO 3: DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD.
Tenemos que cultivar los 3 campos
grandes en nuestra personalidad: la
mente, los sentimientos y la voluntad.
Su Espíritu Santo ha venido para
ayudarnos con poder sobrenatural.
1)
Ilumina nuestra mente con la verdad de Dios revelada en
la Biblia.
2)
Satisface nuestra vida emocional con el amor de Dios
revelado en Cristo.
3)
Fortalece nuestra voluntad con el poder de Dios hecho
una realidad en nuestra vida por su presencia.
La voluntad.
La voluntad es una potencia del
alma que nos mueve a hacer o no hacer una cosa. Escoge entre el bien y el mal.
Escoge entre lo bueno y lo mejor. Domina nuestra conducta.
Nuestro cultivo de la voluntad
para hacerla producir el fruto debido empieza con su dedicación a la voluntad
de Dios. Continúa con su sumisión diaria y momento tras momento a la autoridad
de la Palabra
de Dios y la dirección del Espíritu
Santo.
(Mateo 5:16), (Mateo 6:10).
La mente.
Dios nos ha dado la mente para
guiar la voluntad en sus desiciones. Le indica lo que debe escoger y le da
razones. La mente llena de la
Palabra de Dios y con fe ella cuenta con la iluminación del
Espíritu Santo para hacer las elecciones correctas.
Los sentimientos.
Los seres humanos somos seres de
fuertes emociones. Nuestras emociones dan sabor y calor a la vida, pero si no las controlamos, son capaces
de destruirnos.
Al entregar el corazón a Cristo le cedemos nuestra vida emocional. El
Señor no nos quita la naturaleza emocional; la santifica.
El administrador tiene que
vigilar constantemente contra el retorno de los sentimientos malos.
El amor es la raíz que produce todas las cualidades agradables a
Dios.
(Colosenses 3:5-8), (1ª Corintios
13:1), (Lucas 10:27), (Galatas 5:22-23).
El amor hizo que nuestro Salvador abandonara sus riquezas en gloria
para venir a morir en nuestro lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario