CAPITULO 4.
CUANDO EL SENTIMIENTO DUELE DEMASIADO.
Eclesiastés trato de encontrarlo en la
riqueza, el placer y la sabiduría, su mellizo del otro mundo lo buscaría en la
pobreza, el dolor y el rechazo de la erudición.
El Eclesiastés de nuestro mundo procuro
darle valor a su vida luchando por conseguir dinero y poder, y sufrió la
desilusión de quedar aislado de sus semejantes, de verlos como competidores,
como obstáculos que le impedían alcanzar el éxito.
Eclesiastés se abandono al alcohol, las
mujeres y las diversiones hasta que se dio cuenta de lo hueca que era su
existencia.
La diversión puede ser el postre de la
vida, pero nunca el plato principal.
Si la búsqueda del placer que emprendió
Eclesiastés no lo dejo satisfecho, como un copo de nieve que es tan bello
cuando cae a la tierra pero desaparece en el instante en que tratamos de
tomarlo con la mano.
“La única vida digna es la del sufrimiento
y el sacrificio”.
El único modo de ser feliz es no vivir
para uno mismo, sino para los demás.
La Biblia rechazo la idea de que la
naturaleza era divina y la belleza era la verdad. Solo la rectitud es la
verdad.
Proverbios 31:30.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Debe quedar bien en claro que es imposible
sentirse satisfecho si uno esta permanentemente en guerra consigo mismo.
La persona que busca el sufrimiento porque
cree merecerlo, porque supone que es pecado disfrutar de la vida, esta tan
equivocada como la otra, que solo persigue el placer como único objetico de su
existencia. Ambas llegaran a la misma conclusión melancólica que Eclesiastés: ¿Qué
he ganada? Todo es vanidad.
(RESUMEN DEL LIBRO CUANDO NADA TE BASTA- HAROLD S. KUSHNER)
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