miércoles, 20 de enero de 2016

ADMINISTRACIÓN DEL HOGAR




CAPITULO 7: ADMINISTRACIÓN DEL HOGAR.


Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Lucas 19:5.

El hogar cristiano bien administrado es una de las mayores bendiciones que existen en la tierra. El primer paso para administrarlo bien es reconocer a Cristo como Cabeza y actuar en todo de acuerdo con esto.

“Cristo es la Cabeza de este hogar, el Huésped invisible de nuestra mesa, el Oyente en toda conversación”.

Reconozcamos más la presencia de Cristo en nuestro hogar. Empecemos el día conversando con él. Que el corazón se comunique con el durante el dia con la misma naturalidad con que se habla con los miembros de la familia.



Responsabilidad para los suyos.

Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. 1 Timoteo 5:8 

Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. Génesis 18:19

Es la responsabilidad de los padres velar por las necesidades de los suyos, en lo espiritual y lo material.

Se trabaja para alimentar, vestir, poner a los niños en la escuela y satisfacer sus necesidades.

La administración del hogar incluye la crianza de los niños en los caminos del Señor.

Dios ha dado la responsabilidad de ser el sacerdote de su propia casa.

Los hijos son un tesoro que Dios ha puesto a nuestro cuidado.

Que él nos de sabiduría para orientar sus vidas de tal manera que lleguen a ser miembros útiles del reino de 

Dios y una bendición a la humanidad.


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