CAPITULO 6: ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como
necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son
malos. Efesios 5:15-16.
El filósofo Benjamín Franklin dijo: ¿Amas la vida? “Pues,
no malgastes el tiempo porque es la esencia de la vida”.
Al reconocer a Dios como dueño de nuestra vida,
vemos que nos corresponde administrar
nuestro tiempo bajo sus instrucciones.
Es nuestra responsabilidad planear nuestros días
para sacar el mayor provecho posible de cada hora,
Juan 9:4.
Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. El nuestro ejemplo, aprovecho bien cada día.
Dios
primero.
Empezamos el día consultando con Dios sobre las
actividades que él nos quiere señalar.
Hacer
un horario.
Para sacar mejor utilidad del tiempo podemos hacer
un horario.
Cada horario se tiene que ajustar según las
circunstancias individuales.
Al hacer el horario es interesante comparar el
número de horas semanales que ocupamos en nuestros
propios quehaceres con las
que dedicamos a Dios.
Algunas personas dan el diezmo de su tiempo, como de
su dinero, para el Señor.
Respetar
el tiempo de otros.
El hacerle esperar a otra persona en una cita es
malgastarle el tiempo y robarle un poco de su vida. “el ser puntual no es ser
esclavo del reloj, sino es no quitar de otro lo que no se le puede dar, el
tiempo”.
RESUMEN TOMADO DEL LIBRO ADMINISTRADORES FIELES DE LUISA JETER DE
WALKER.
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